¿Qué son los hongos?
Los hongos son organismos eucariotas que pertenecen al reino Fungi, que es diferente del de los animales y los vegetales. Antiguamente, por su carácter inmóvil y porque disponen de paredes celulares, la comunidad científica los encuadraba dentro del reino vegetal, pero tienen características diferenciales de ellos y en las que se parecen a los animales. Por ejemplo, algunos tienen quitina, como el caparazón de los insectos, pero sobre todo son heterótrofos, y por tanto incapaces de fotosintetizar y fabricar sus propios azúcares, aunque también son distintos de éstos, y se diferencian por no poseer complejidad multicelular ni organización en distintos aparatos.
¿Es lo mismo una seta que un hongo?
Esa es una pregunta que se hacen muchos aficionados cuando empiezan a interesarse por la micología y no, no es lo mismo, la seta es una parte de un hongo, de la misma forma que la manzana es una parte de un manzano.
El ciclo del hongo comienza cuando se dan unas condiciones favorables para el crecimiento de una espora, que es como su semilla. Cuando ésta germina se forma un filamento muy fino o hifa que constituye un micelio primario, que no generalmente no fructifica, aunque en algunos géneros como Coprinus es capaz de fructificar por sí solo.
Cuando el micelio primario de una espora entra en contacto con otro micelio primario de otra espora de signo sexual contrario, se formará un micelio secundario capaz de fructificar. Y cuando se den las condiciones de humedad y temperatura adecuadas, a partir del micelio secundario se desarrollará el cuerpo fructífero del hongo, que es la seta, que al madurar producirá nuevas esporas, que al ser liberadas, empezarán otra vez el ciclo.
La mayoría de los hongos que podemos encontrar en el campo van a producir esporas de dos formas distintas, en basidios, o en ascas, en base a ellos podemos diferenciar entre hongos basidiomicetos o ascomicetos.
Partes de una seta.
A la hora de diferenciar una seta comestible de una venenosa, o cualquier seta de otra, la única forma que existe es conocer bien, las características diferenciales que tienen respecto a las formas que pueden adquirir las partes que la componen, todas las reglas antiguas tradicionales como cocer con ajo o una pieza de plata y ver si cambia de color, si están mordidas por los animales o crecen sobre madera no son venenosas, etc. Son falsas.
A lo largo de esta guía para cada especie se describirá la características de las partes que componen el cuerpo fructifero, las partes que puede tener una seta típica son las siguientes:
- Sombrero. Es la parte de la seta que protege al himenio, puede presentar una amplia gama de colores y formas. Si tiene forma típica de seta lo llamaremos seta y si no, carpóforo. En el caso que sea un carpóforo hay distintas formas que caracterizan por si solas a las diferentes especies y en el caso de que sea una seta habrá que fijarse en su forma y en las características de la cutícula, que es la membrana que recubre el sombrero, si presenta protuberancias o fibras, si es viscosa o no, etc.
- Himenio. Es la parte fértil del de la seta, donde se alojan las ascas o los basidios, productores de esporas. Debemos fijarnos en si tiene láminas, agujas, poros o pliegues y en caso de tener láminas en la forma de la arista y en como llegan al pie, si son libres, escotadas, decurrentes etc.
- Pie. Es la parte que sostiene al sombrero, tendremos que fijarnos en su superficie, su forma su tamaño, su posición respecto al sombrero, si es fibriloso o granuloso y se parte como una tiza, si es hueco o macizo, si se separa fácilmente del sombrero, etc.
- Anillo. Es el resto de la membrana o velo parcial que protege al himenio para que no disperse esporas cuando es joven. Cuando el sombrero crece, esta membrana se rompe y los restos que quedan alrededor del pie constituyen el anillo, que puede ser fijo o móvil, simple o doble, persistente o fugaz, etc.
- Volva. A veces el hongo no se conforma con generar una membrana que cubra el himenio para protegerlo y produce además una membrana que envuelve toda la seta cuando es joven, también se le llama velo universal. Cuando la seta crece este velo se rompe y quedan restos en el sombrero y en la base del pie. También hay distintos tipos de volva.
Además de las partes descritas, existen otros elementos diferenciadores como son la consistencia, la textura, el color, el olor o el sabor de la carne del hongo o su aspecto general, su viscosidad o el color de la esporada. Todo ello dentro de una visión macroscópica, porque la microscopía nos llevaría a otro mar de características diferenciadoras entre los distintos hongos.
¿Cómo se nutren los hongos?
Como se ha comentado, los hongos necesitan materia orgánica procedente de otros seres vivos para alimentarse, que consiguen descomponiendo la que hay en el suelo, parasitando o estableciendo relaciones simbióticas con ellos. En cualquier caso, la digestión del alimento se produce fuera de él y el hongo emite al sustrato en el que vive enzimas que degradan el alimento que éste les proporciona hasta convertirlo en partículas que pueden absorber por su pared celular. A esto se le conoce como digestión externa. Sin ella no hay crecimiento del hongo, y para que se produzca son imprescindibles dos cosas, agua en el suelo y temperaturas suaves. Por eso los hongos aparecen cuando se dan al tiempo estos dos factores ambientales, en primavera y en otoño.
Cuando los hongos han digerido la materia orgánica y esta aun no ha sido absorbida, por ella pueden competir otros organismos como las bacterias. Para defenderse de ello los hongos fabrican antibióticos, cuyo descubrimiento por el hombre supuso un salto sin parangón en la medicina. También otros hongos como las trufas o las senderuelas, son capaces de eliminar la hierba que rodea su micelio, evitando así que les quiten el agua y los nutrientes.
Según la forma que tienen de alimentarse a los hongos los podemos clasificar en tres grupos:
- Hongos saprófitos. Son los que se alimentan de materia orgánica muerta. Estos hongos realizan una función de reciclaje mineralizando los restos animales y vegetales presentes en el suelo y con ello contribuyendo a que estos se incorporen a la cadena trófica siendo utilizados por ellos mismos o por las plantas y bacterias adyacentes. Los hongos saprófitos pueden descomponer distintos sustratos, como el humus del suelo, descompuesto por Agaricus, Marasmius y Macrolepiota, restos vegetales, que son descompuestos entre otros por Galerina, Mycena, Sparassis, Pleurotus o Agrocybe. E incluso excrementos, descompuestos por Paneolus y algunos Coprinus. Este tipo de hongos, al consumir sólo materia orgánica en descomposición permiten que el hombre pueda crear esas mismas condiciones en cámaras, y forzar el cultivo y la producción de setas en serie.
- Hongos parásitos. Son los hongos que se alimentan de la materia orgánica de otros seres que aún están vivos. Con esta ecología existen gran cantidad de hongos microscópicos que causan enfermedades en las plantas como el Mildiu o el Oidio de la vid, el repilo del olivo o las royas de los cereales. En los hongos superiores, es menos frecuente, pero también hay especies como los Inonotus, los Fomes o las Armillarea, que parasitan a árboles o el Hypomyces lateritus, que parasita a otros hongos, los guíscanos.
- Hongos simbiontes. Son los hongos que para su desarrollo necesitan de la asociación con otros seres vivos. Existen tres tipos de asociaciones:
- Micorrizas. Son las relaciones que establecen una planta a través de su raíz con un hongo a través de su micelio, en la que el hongo obtiene hidratos de carbono y la planta generalmente sustancias nitrogenadas. Muchos de los hongos presentes en este cate catálogo son simbióticos como los Suillus, los Lactarius, los Boletus, las Sarcosphaera o las Amanita o las trufas. Estos hongos no pueden cultivarse en cámaras, dado que necesitan del árbol vivo para subsistir, pero si pueden inocularse a una planta de vivero y plantarse y cultivarse en campo, siendo una realidad ya, el cultivo de encina micorrizada con trufa negra.
- Líquenes. La simbiosis liquénica es la que se produce entre un hongo y un alga o una cianobacteria, en la que el hongo aporta sustancias nitrogenadas y la otra productos fotosintetizados.
- Organismos xilófagos. Los hongos establecen simbiosis también con organismos que se alimentan de madera como el barrenillo del olivo, las carcomas o las termitas, que se dejan parasitar por estos porque necesitan de ellos una degradación primaria de la lignina, que no son capaces de hacer por si mismos.